El género de una persona puede percibirse con una simple mirada a sus rasgos faciales. La Cirugía de feminización Facial (FFS en inglés o CFF en castellano) puede convertir tu rostro en tu mejor aliado. Haz que las otras personas te identifiquen en el género correcto desde el primer vistazo.
Cualquier persona puede reconocer desde muy temprana edad si un rostro es masculino o femenino, incluso mucho antes de aprender cuáles son las diferencias a nivel genital. Sin embargo, la mayoría sería incapaz de definir en qué consiste la masculinidad o la feminidad, ni se ha puesto a pensar jamás acerca de eso: la percepción del género a través de los rasgos faciales se hace con un simple vistazo, de manera involuntaria y definitiva.
Si bien algunas mujeres con rostros demasiado masculinos pueden obtener un grado de "feminización" satisfactorio por medio de cirugías más o menos convencionales, muchas otras deben ir más profundo y alterar las proporciones del esqueleto facial (frente, nariz, pómulos, mandíbula y mentón).
Hacia finales de los años ’80, el doctor Douglas Ousterhout introdujo el concepto de que los recursos de la cirugía craneo-facial pueden aplicarse para solucionar los problemas de masculinidad facial, del mismo modo en que se aplican para revertir las secuelas de un accidente automovilístico o una deformidad facial de nacimiento. Desde entonces se llama FFS (Facial Feminization Surgery o Cirugía de feminización Facial en castellano) a un conjunto de cirugías que recontornean los huesos de la cara para lograr su feminización. En esta sección te explicamos en qué consisten estas cirugías de feminización, una por una.
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Aunque algunos especialistas en CFF prefieren operar el lifting de cara y cuello en otra cirugía algunos meses después que la Feminización Facial a nivel óseo, ambos tipos de procedimientos pueden ser combinados en un solo acto quirúrgico con resultados muy buenos y especialmente naturales. Cuando el lifting facial se realiza en la misma cirugía que la feminización del esqueleto facial, se debe entender como un procedimiento complementario que reposiciona los tejidos blandos de manera que revelen en la superficie la feminización obtenida a nivel de los huesos faciales (los cuales de otra forma quedarían parcialmente escondidos, no totalmente apreciables) y como un factor que se suma a la transformación facial integral, más que como un lifting facial en sí mismo destinado sólo a rejuvenecer. En términos de rejuvenecimiento puede resultar menos perfecto que cuando se realiza solo pero la combinación tiene un gran beneficio para las pacientes maduras: produce de manera inmediata una apariencia más joven que les permite recuperar y disfrutar en el género correcto muchos años que debieron vivir en el otro género. Otro factor a tener en cuenta es que hacer el lifting facial junto con la cirugía de feminización facial todo al mismo tiempo significa un importante ahorro en dinero, vuelos, licencias laborales, tiempo de recuperación, además del alivio de tener que pasar por el dolor y los invonvenientes post operatorios solamente una vez.
Algunas pacientes no necesitan recurrir a una cirugía de feminización facial completa para obtener un grado de feminización satisfactorio. En algunos casos una cirugía de la frente y la nariz solas puede resultar suficiente para ellas. Esto es porque la importancia relativa de la frente en la percepción del género facial es mucho más alta que la importancia relativa de la parte inferior del rostro, ya que la frente afecta algo crucial: afecta la mirada. Es increíble como algo tan abstracto como la mirada puede modificarse remodelando duros huesos. Una estructura ósea masculina alrededor de los ojos le da a la mirada el carácter duro severo, o incluso sombrío de los predadores, probablemente una herencia de los tiempos en que los machos eran cazadores y luchadores, y las mujeres se quedaban en el hogar criando y protegiendo a los hijos. La cirugía de feminización de la frente y la naríz les da a las pacientes una mirada de mujer. La mirada femenina, tan apreciada por los poetas románticos, no es femenina por nada que esté en los ojos en sí mismos (que son las mismas bolitas de carne en hombres y en mujeres), sino por la forma, el grosor y especialmente la proyección de los huesos que los rodean.
Las narices femeninas son más pequeñas en general, tienen puentes más finos, más cortos y más rectos, y puntas bien definidas… Darle estos atributos a una nariz masculina se considera feminización, y es un factor clave en la cirugia de feminización facial.
+ infoLos rebordes orbitarios gruesos son un rasgo facial masculino y antiestético. Su feminización se logra por medio de una fresadora eléctrica. Una frente prominente produce masculinidad facial. Puede fresarse o “retrocederse por reconstrucción” para lograr su feminización.
+ infoUn mentón (barbilla) pequeño y en punta es una característica facial que se lee como femenina. La feminización de los mentones masculinos se logra al reducirlos en ancho y alto, lo que le da a la zona facial inferior una forma más triangular que coincide con la reducción de la mandíbula.
+ infoLas mandíbulas masculinas son anchas, lo que ensancha visualmente todo el óvalo facial. La mejor manera de lograr un angostamiento del óvalo facial (y en consecuencia su feminización) es angostando la mandíbula, reduciendo los ángulos posteriores y/o afilando los costados.
+ infoLos pómulos altos, bien definidos y rellenos son percibidos como femeninos. Si los tuyos no coinciden con esta descripción, entonces unos implantes de pómulos están indicados para tu feminización Facial.
+ infoLas cejas no sólo reflejan emociones o estados de ánimo: también producen la masculinzación o feminización de los ojos, según sea su forma o su altura. Por medio de cirugia puede lograrse una feminización del arco de las cejas, su ángulo y su ubicación.
+ infoLa distancia entre la nariz y la boca es más corta en las mujeres, lo que permite una mejor exposición de los dientes. Este rasgo facial es también señal de juventud. La feminización de los labios masculinos se logra de manera sencilla con un lifting de labio superior que acorta su dimensión vertical.
+ infoLas narices femeninas son más pequeñas en general, tienen puentes más finos, más cortos y más rectos, y puntas bien definidas… Darle estos atributos a una nariz masculina se considera feminización, y es un factor clave en la cirugia de feminización facial.
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+ infoLas mandíbulas masculinas son anchas, lo que ensancha visualmente todo el óvalo facial. La mejor manera de lograr un angostamiento del óvalo facial (y en consecuencia su feminización) es angostando la mandíbula, reduciendo los ángulos posteriores y/o afilando los costados.
+ infoLos pómulos altos, bien definidos y rellenos son percibidos como femeninos. Si los tuyos no coinciden con esta descripción, entonces unos implantes de pómulos están indicados para tu feminización Facial.
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+ infoLa distancia entre la nariz y la boca es más corta en las mujeres, lo que permite una mejor exposición de los dientes. Este rasgo facial es también señal de juventud. La feminización de los labios masculinos se logra de manera sencilla con un lifting de labio superior que acorta su dimensión vertical.
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Los resultados de cirugía plástica y cosmética pueden variar significativamente entre distintos pacientes. Cada paciente es un individuo único y cada cirugía tiene aspectos únicos. Por lo tanto, ningún procedimiento quirúrgico o tratamiento estético dará exactamente los mismos resultados que otros -incluso si los/las pacientes piensan que son similares e incluso si los procedimientos son hechos por el mismo cirujano. No garantizamos ni podemos garantizar ningún resultado ni la percepción del éxito obtenido por parte del/la paciente u otras personas.
Todas las cirugías tienen riesgos, incluso si las realiza un cirujano plástico bien entrenado y experto. Las complicaciones pueden suceder y suceden, y por eso es importante que usted tome sus decisiones con respecto a la cirugía en completo conocimiento de todas las posibles alternativas a la misma, así como los posibles riesgos que usted consentirá asumir al someterse a un procedimiento quirúrgico, o incluso un procedimiento estético no quirúrgico como tratamientos inyectables o rellenos.
La cicatrices serán una parte inevitable de cualquier procedimiento quirúrgico. El arte del cirujano consiste en hacer que estas cicatrices resulten tan imperceptibles como sea posible por medio de realizar las incisiones en lugares ocultos como (solo a manera de ejemplo y sólo cuando sea posible) dentro de la boca, en zonas pilosas or a lo largo de arrugas y surcos naturales.